16 de noviembre de 2010

Nobleza obliga, no te hagás el gil!

Desde hace algún tiempo, como espasmo involuntario al principio y como chascarrillo socarrón después, uso como adjetivo el sustantivo que evoca la sustancia. Más que sustantivo es un neologismo, pero eso poco importa. Lo que importa es el comunicado que a continuación les presento a fin de enterarlos, de advertirlos y de invitarlos, si gustan, a colaborar con la propagación de dicha aventura deformatoria de la lengua, favor que me ahorraría sendos malentendidos y que apreciaría hondamente.
un abrazo

El comunicado.

Postulo, por la presente, el uso de "faso" como adjetivación y exclamación optimista.
Véase, haga el favor, el siguiente diálogo a modo de ejemplo:

k: Ganó Aldosivi once a nueve.
q (pulgares arriba): Faaaso!

"q", se nota, es hincha de Aldosivi. Que su equipo gane lo pone contento, por lo que levanta ambos pulgares exclamando "Faaaso!".
Si por algún motivo usted no se identifica del todo con el asunto del fútbol y el ejemplo antecitado le resulta ajeno, lejano, acartonado, sírvase leer el que sigue:

k: Traje empanadas.
q: Faso!

"q", se nota, tenía hambre. Que "k" traiga empanadas es, a su juicio, lo mejor que su amigo podría haber hecho, por lo que exclama "Faso!".
Hasta ahí vamos fenómeno. Veamos ahora como puede el interlocutor complicar nuestra adjetivación copante, en el siguiente diálogo:

k: Traje empanadas.
q: Faso!
k: No, faso no. Traje empanadas. - ¡Error!

"k" no debe aclarar que trajo empanadas en lugar de Faso. "q", contrariamente a lo que "k" asume, dice "faso!" como quien dice "buenísimo", felicitando a su amigo por proveer de alimentos a la monada y esquivando el momento "erreway" que acarrea la pronunciación de exclamaciones como "Super!", "Iupi!", "hurra!", "Fabulantástico!" o "VIVA k!". Está de más aclarar -espero- que nadie pregunta por la compra de estupefacientes al solo grito de "Faso!". Si algún lector es de incurrir en dichos comportamientos, le aviso que es un cartelera y le pido que deponga su actitud.
Veamos como se desarrolla el diálogo sin la interrupción de tan chabacana desinteligencia dialéctica:

k: Traje empanadas.
q: Faso!
k: Sí.
q: Fritas o al horno?
k: Al horno.
q: uh. Bueno... faso.

A "q", se nota, le gustan más las empanadas fritas, no obstante lo cual considera protocolar y cordial subrayar su felicitación primera con un "faso" sin signo de exclamación. Un "faso" más tiradito al pasar, no tan definitivo, pero elegante. Un "faso" que es en realidad una palmadita en la espalda del amigazo que trajo empanadas, más porque lo queremos que por las empanadas, que son al horno. Además, te puede gustar frita, yo también prefiero frita, tienen más crocancia, no hay con que darle, pero al horno se le entra sin chistar y con toda alegría, viejo. Lo que juega es el relleno. Ahora resulta que el pobre tipo trajo empanadas de onda, sin que nadie le pida, y nos vamos a poner en quisquillosos con el método de cocción? Es un poco mucho. Me parece que no da para que andes diciendo "faso" por ahí como si fueras un copado y después te ortibes porque la empanada es al horno. Es una empanada, flaco, comé y callate. Sabés qué, mejor dejalo ahí, no te pido que propagues ningún modismo, dejá. Olvidate, loco, todo bien!

El niño está en el secreto.
Hace gestito de tuca y todo...

2 comentarios:

paz dijo...

Alle! Alle !
Pulgares arriba Alé.
Tu ya sabes de mi opinion,brindo por tu exquisita forma de escribir.
Un placer

Anónimo dijo...

fassssssssoooooooooo!!!
ahora que vos te creas lo suicientemente grosso como para imponer un modismo dialectico a nivel general en la sociedad desde tu pedorro blogg.......hay un abismo!
insisto con la foto que habla, tiene mas punch y seria plagiarlo al puto de nik(sembaumn)!