Dragas reinas y cocha golda!

Los viernes son días complejos. Me agota el trajín de la semana, me asfixia la algarabía del otario promedio, me entusiasma el comienzo de la fecha y percibo, huelo, adivino sexo en los aires de Buenos Aires. En días como estos, de convulsión hormonal acentuada por la elevada temperatura, debiera un blog dar cuenta de culitos masticados en la reserva ecológica, episodios de sexo grupal en la casa de nequi galotti o, cuanto menos, algún pajín en un colectivo de linea. Pero de eso no hay nada, señora, nada. Hoy ni budín ni mandanga. Hoy cultura.

"El sindicato" se llama el lugar donde fuí a parar anoche. Hermosa casona, oculta en Carlos Calvo 736, donde funcionan talleres de arte durante la semana y los jueves se arman expos de diverso pelaje. La invitación corría por cuenta de mi amigo Matías Viera que, oportunamente, exponía su trabajo fotográfico en las paredes del establecimiento. Fijaós, muñecos, si gustáis, id a conocer. Durante esta semana permanecerán colgadas las fotos de mi amigo y las diversas atracciones que en los distintos ambientes de la casa pululan, a la espectativa de que aparezcan señoritos desprevenidos para cargarlos de entusiasmo y chiflete peluqueril.

Hecha la invitación, vamos a darle algo al salamín que está pensando que esto es mucha cultura para un viernes. La muestra del amigo, que es una producción conjunta con Nacho Lunadei, otro amigo, y Paulita Navarro, nos viene a ilustrar sobre Drag queens, baby. Viste qué kinky, marce?Confieso que no entiendo demasiado del tema. No sé si somos putos hechos y derechos o nos vestimos locamente para dar shows y después nos ratoneamos con pampita como todos los taxistas del mundo. No sé. Tampoco importa... espero sepa el lector que en este espacio al que come carne en tubo se lo respeta, valora y aprecia del mismo modo que al que come rabas a la cordobesa. En fin, la cosa es que estos locos lindos se suben a unas plataformas de 20cms, se visten de reinas del carnaval y te ponen loca a la concurrencia! Si me dejan opinar, para mi son un plato. Además, me pone contento que en una ciudad de viejos vinagres, vetustos y cansinos, haya gente haciendo esta movida loca y convulsionante y que entre esas gentes estén mis amigos, mucho más. Un beso enorme, denle duro ottos! El viejito los quiere, los admira y los apoya!

Pasate por la muestra

o hay chas chas!