27 de octubre de 2011

En el transcurso de la conversa lo nombró 14 veces al que te dije...

"Estos giles hablan de boludeces, y después... oíme, te acordás de Ricardo? Bueno, el salame ese hizo el trámite para llamar gratis a su mujer, viste que los celulares te dan un par de números para que llames gratis y no sé qué bola...? claro, eso. Que es una gilada, eh! Mandás un mensajito o llamás y lo pedís, qué sé yo, no sé cómo es, pero no es sacar el pasaporte, es una boludés. Bueno, el muñeco este estuvo dos años con ganas de separarse y se la aguantó por paja de hacer el trámite para cambiar el número gratis. Te das cuenta? A mi no me la contás, papá. El amor es una combinación de paja, hambre y miedo y a Barry Manilow le gusta la pija más que la torta frita! Dejate de joder!"

Qué le habrás hecho, barrilete?

Gracias, flaco!

Por el país que soñaste
Por la mujer que elegiste!

Hasta siempre
siempre gracias!

7 de octubre de 2011

ininterruptus discursen internalisticus

Hay que ver cómo se ponen los delfines cuando se quieren lastrar un cardumen de sardinas. Hay que ver como me pongo yo cuando el corrector automático de blogger me dice que CARDUMEN está mal escrito! Pero qué carajo pasa!? Nunca un bloggerito preciso denominar con una single word el calamitoso fenómeno de una manga de pescados en patota!? claro, ahora algún tarambana me va a venir con que los pescados ya han sido capturados por medio de la pesca y que los que se empatotan carduménicamente son libres y peces, a lo que respondo, amablemente, que me chupe la tripa gorda, que también, si se ponen quisquillosos, es un termino de after faena, pero a mi me la chupas puesta y se acabó. Mirá como me hacen poner, che, me contracturo todo! Qué bárbaro! Yo que venía a contarles algo de mi mismo. Es que, justamente, les venía a contar que desde que tengo uso de razón sueño con tener una novia que me haga masajes. No sueño, que se hace dormido, sino que añoro, despierto, el suceso de entongarme con una piba que me haga masajes por placer. En realidad, en retrospectiv, tuve una, que hasta hizo un cursito de masajista y me explicaba mientras me masajeaba que me masajeaba como me masajeaba porque si me masajeaba así el masaje era bien masajeadito y yo quedaba re masú. Pero ahora anda teniendo hijos de jiponi por las montañas, medio kung fu, viste, mística la nena... una genia. Y bueno, yo no... nada de kung fu, nada de masaje. En realidad cada puta que me cojo me quiere tocar menos que la anterior. Dice mi ego que es parte del proceso este de vivir pero yo, yo, yo yo yo, creo que me estoy viniendo abajo, o la inflación, andá saber... la cuestión es que a está contractura le meto falopita y nada señores... me hace falta una putita masajista. Estoy pensando que si me cojo una coreana la cosa va a tener que andar. Hay que bancarse el olor a salsa de soja, pero las masajeadas son potestad de los orientales... se te paran en la espalda y holy remedy, no? Si te ponés a pensar, dónde viste un chino contracturado!? No hay chinos contracturados, papá! Y cuándo viste a un chino con esas mierdas de azufre? Never! Never in the life! En fin... me voy al chino a comprar fiambre, que la que me fetéa el salame es medio cuadrada pero le pone onda le pone.

Vienen con perchero y todo
Estos chinardos no los parás con nada!


6 de octubre de 2011

El corito es estra-ordi-nario

Para revolear margarina al cielorraso

Te tiro los hechos secamente, sin ornamentar, porque la estricta realidad alcanza y sobra:
Con los muchachos tenemos una parrillita en congreso que frecuentamos porque es baratita, discreta y, aunque el mozo a veces se cuelga un poquito y te trae la criolla dos horitas después de que se la pidas, se come bastante bien. Es de esas con manteles fijos, vio'? de tela plastificada, vio'? para ahorrarnos en esfuerzo, vio'? No se si mesplico. Bueno, al lado nuestro, en esa parrilla desprovista de toda pretensión glamourosa, se nos sentó el oggi junco, así nomás te la digo. Y pidió morcilla! Claro que sí! Y la mando de vuelta, porque estaba muy blandita! Ah, no!? Pero sí! Sí, papá! Así como te la cuento. En fin.
De ahí nos fuimos, subidos a la rata blanca (el uno blanco que nos transporta), cada carancho a su rancho. Cuando el primer carancho hubo sido depositado en su rancho, la rata blanca tosió, escupió un poquito, y se quedo fría. Empujamos un rato, hasta que un tachero nos hizo el aguante y nos ofreció un empujón más pulenta (la situación pulmonar de los empujantes era pauperrima). El empuje tacheril resulstó fructífero y la rata arrancó, pero cuando nos fuimos a subir se quedó seca otra vez y tuvimos que hacerle el empuje marcha atrás para dejarla en una cuadra conocida y tomarnos el buque en tassi. Y el tachero era un tachero de ley, llamado Luis Ricardo Tassi! Postina. Ahí me acordé que tengo un blogcito donde escribo a veces.
Un beso.

5 de octubre de 2011

Derechito desde la vida real

"...mi novia, que es gato, me dice: vos sos un pelotudo, con la pija que tenés, seguís con ese taxi de mierda!"