21 de febrero de 2011

Atadito

Si con catorce pesos pudiera uno comprarse catorce kilos de camarones, comería paieia todos los lunes!

La culpa es del chancho!

Clavarle el colmillo a un calefón es santo remedio para la gingivitis y una manera estupenda de pasar un sábado en familia.

El día martes 43 de ferciembre hicieron once grados bajo cero en el subsuelo de la fábrica de masas secas de la agrupación concha mía.

No sé si me da más miedo Macri o la pandilla de Liniers. Es un chucho que me recorre la espalda cuando termino de reírme. Un saludo al mago Grazini!

Les iba a dejar un tema, pero me di cuenta de que la gente escucha mierda sin chistar, así que nada, loquitos, hacen el esfuerzo o se mueren sabiendo que en su funeral van a pasar los blacai pis o alguna de esas mierdas.

Si uno lee paieia en la misma línea que camarones y no asume que paieia es paella en idioma caterino fulopense, entonces, argentinos, tenemos serios problemas.

Después de ver el resultado de la cirugía estética en el rostro de su tía, el joven exclamó "Ah, pero te dejaron mas gajos que una número cinco estos bonchas!".

Ser buen tipo es más fácil pero garpa mucho menos.

Con carne picada no se hace un picada. Si en una picada hay carne picada no es una picada.

Hay mil formas de saber si sos un pelotudo. Esta es una: preguntate si sos un pelotudo. Listo? Muy bien, a ver... sí, felicitaciones, sos un pelotudo! Llevá nomás.

Los gustos que gustan de verdad son los gustos adquiridos. Qué quiero decir con esto? Nada, eso...

En tus manos todo es fofo, Raquel.

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