18 de enero de 2011

Oyendo en diferido

Busqué y rebusqué en los archivos, que no han de ser tan vastos, pero a esta altura no se sabe bien si el tema que nos proponemos tratar ya fue tratado, en cuyo caso se trataría de un retrato, retratamiento o retraso liso, llano, así, para atrás. De última, el progreso es tan escueto que para retroceder así a lo bruto no hay paño, por lo tanto, nada, ahí vamos, de reversa sin ese pitido molesto que tienen los autos coquetos. Si tenés gatos o hijos, estate atento.
En la cabeza del hombre se oye una canción popular. La canción popular en cuestión no es, particularmente, una favorita del hombre. No obstante suena en su cabeza. Segundos después, la canción popular que sonaba en la cabeza del hombre comienza a sonar en el colectivo en el que el hombre viaja al momento de producirse todo esto que te estoy contando que se produjo.
El hombre se pregunta - me estaré quedando sordo? - pensando que la canción popular sonaba en la radio cuando él asumía que sonaba en su cabeza.
El hombre se interroga - tendré poderes psíquicos? - adivinando que adivinó lo que iba a pasar en la radio mediante el tarareo mental telepático.
El hombre duda - no estaré pensando muchas boludeces? - sabiendo, como todos saben, que entre tu-sam y la boludés hay como mucho media cuadrita.
Pero la vida es caprichosa y por mucho que busca, no hay quien le conteste al hombre, no hay.

A veces, mejor quedarse con la duda...

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