Siempre es hoy

Hay días que se cagan en el esfuerzo que uno puede hacer por ser feliz y cuando se los quiere destruir nos miran como diciendo soy un día, qué carajo me vas a hacer, siome!? Y claro, a un día, más que dormirlo, qué se le puede hacer? Y si son días de mierda posta postina, casi seguro que no te van a dejar dormir ni a patadas en la cabeza. Lo único que queda es quedarse ahí, como yo, que ahí me quedo, con esta cara de opa, contándole los minutos al puto día de mierda.

Mmmmno, dejá...

gracias igual!