3 de febrero de 2011

Que se te escape la tortuga...

...es casi lo mismo que ahogarse en la ducha, no? El escape de la tortuga requiere de la distracción prolongada del dueño, como el ahogo en situación vertical de no sumergimiento requiere del sostenido olvido de la técnica de respirado con escupidita previa. El agravante es que con un buche atragantado no se ahoga un cristiano, por lo que el ahogado en ducha no solo olvida la técnica respiratoria sino que el ingreso de agua por el tubo del aire (sepan disculpar la pobre terminología anatómica... la tengo previa) no lo advierte de la situación imperante, y el mencho sigue respirandole agua hasta que se ahogó. Si se fue el tortugo compramos otro, si te ahogaste, chau pichu, game over, la cuenta por favor, etc. Definitivamente es mucho pior.
Siendo la vida tan fragil y corta y tan así que de pronto te diste vuelta y justo pasaba el 19 y mirá que injusticia, justo vos que ibas camino a la panadería después de años y años de trauma y terapia a probar, por fin, una tortita negra y no pudo ser, justito cuando la vida iba a empezar a ser mejor, zas! y ya está, qué barbaridad cuando le cuente a la Elvira no me lo va a poder creer te digo. Que de pronto la tenés y al otro pronto ya no, se entiende? Bueno, así y todo hay gente que no cae en lo preciosos que son los segundos en la tierra y al oír "buen día" contesta "hola, qué tal, buen día, qué tal, cómo estás, buen día".
Amén de que el libraco de las buenas formas dice que una respuesta debe tener una cantidad similar de sílabas que la frase que viene a responder, esto es un claro salivazo metafísico en el rostro de autores como Ari Paluch*, que aconsejan medir los nanosegundos que uno gasta en pelotudeces para administrar mejor tu tiempo y ser así tus días más útiles, por ende más útil uno, por ende más feliz en la vida**. Como si andar midiendo nanosegundos no fuera una soberana pelotudes, no?

No tardé casi nada, no tardé
Qué fenómeno!






* Aunque la palabra autores no lleva encomillado, siéntase apoyado y cómplice el lector mientras hace el gestito con índice y mayor al pronunciar la palabra. Acá lo acompaña con toda la alma en la indignación el panel de me arrepiento en su completitud.

** Aunque jamás leímos (ni leeremos) una sola página de los libros de este olvidable muestreo de gentuza, nuestro argumento tiene un basamento matemático: dice que el espíritu lleva nasta...
O sea, pide sin plomo para el auto y súper para el espíritu! Qué octanaje es más Hinduísta, contame. No sé cómo explicártelo, papá! Dale! Auto ayudate un poquitito y sacate lo forro de encima, pedazo de muñeco! Arrancá por el nombre, Ari. ARI... la concha de tu madre.

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