Defecame que me gusta

Tengan cuidado que hay mucho garca dando vueltas advierte Pergolini, siendo que él, como todos sabemos, es un flor de garca. Aparece aquí una figura que ha de repetirse millares de veces en la vida, en GH2011 y en tnt. Hablamos, claro esta, del bicho que advierte del bicho. Más viejo que la injusticia: el que te está por cagar te dice al oído Ojo que están cocinando algo, eh! Para mí que en cualquier momento te ensartan. El pobre pajarraco sigue el consejo y cuando está ocupado acusando a su mujer, el portador de la advertencia, con toda la cancha para si, efectúa el ensarte. Amén de la ensartada cavidad, duele el orgullo magullado.

El ensarte se disfraza también de caricia. Veamos: el gordo garca tiene la guita y por la guita baila el mono. El mono sos vos y el gordo te va a hacer bailar, pero la guita no la vas a ver nunca. Cómo funciona esta ecuación, se pregunta el mono, que la ve pasar y la ve pasar y la ve pasar. Es muy sencillo: Yo no suscribo a esa filosofía de hacerte comer mierda, yo te doy lo que te merecés, siempre y cuando me demuestres que hacés el esfuerzo. Acuñando este tipo de enunciados, el gordo garca se ubica en un punto de lógica cero, pues no te voy a hacer comer mierda pero vas a demostrarme que te lo merecés. Y cómo se demuestra algo así? Sencillo. Cuando llueva mierda, la atajás con la boca. No hay guita, cobrás la mitad. Viene de culo algún remito, ponés el pecho y bajás la cabeza. Después de una buena cagada a pedos, refuerzan el maneje diciendo Yo quiero que te vaya bien. Cuando me vaya bien a mi a vos te va a ir mejor, pero me tenés que aguantar, querido. Lo irrisorio es que el tipo cambia el auto 4 veces y le sigue yendo mal, porque vos seguís cobrando 400 mangos.

Son los garcas de doble filo, de veras, por lo que hay que reconocerles lo copados que son. Si fuman ligas tuca de flores, si toman te vas a tu casa como un durlock, si son de cafetín la vida es una constante panzada de palitos y maní. Y en la vida ponés un peso. Un lujo. Lo complejo es que el garca jamás pone un poroto sin descontarlo del libraco. Un buen día, perdido en tu reflejo devuelto por la recién estrenada carrocería del BMW que se compró, te acordás de que cuando le vaya bien... y le pedís un aumentito. Pero sabés lo que paga de patente este coche? Y de seguro? No, nene, me están matando. Aparte, qué te falta? Cuántos almuerzos te invité? Cuántos pedos te agarraste conmigo? Y nunca pusiste un peso... o vos te pensás que eso lo pago con buenas intenciones? No, pibe, aflojame que está difícil la cosa y vos no tenés de que quejarte! O me vás a decir que te trato mal?

Ahí tenés tu aguinaldo...

Disfrutalo!