Bueno, chau Giuseppe! Siguiendo con el post de ayer, con el único pretexto de llevar la paja hasta su reivindicatorio final y, por qué no, para evitar el célebre calambre testicular que deviene de la no completancia pajeril, vamos a escarbar un poquito más en la escatológica tradición porteña. Esta vez, lo que nos compete (no te rías, Ricardo) lo que nos compete, decía, es una pequeña teoría, elaborada al paso, y que quería someter a su escrutinio.
La teoría a analizar, con todo el rigor de sus cerebros, consiste de los siguientes enunciados:
1) Lo que uno quiere es volver a casa.
2) La hembra tiene más memoria histórica que el macho.
Claro, enunciado así, vos estás pensando "qué tendrá de escatológico, pispireto. Ponele picante, ponele", pero si me das un momentito, desarrollo y vas a ver.
Ahora sí. Desarrollo.
Number 1: Lo que uno quiere es volver a casa.
Más fácil que la tabla del uno: Del tajo venimos, al tajo, con ansias, queremos volver. La tribuna objetara que "Qué pasa con los putos?" y yo responderé que existen mil razones por las que nos podemos confundir un ogt con un tajito. La vecindad invariablemente es una de ellas (Todos sabemos que conchas y culos viven en miraflores). Otra puede ser el clásico insulto materno (a menudo proferido por la mujer del portero, o alguna vieja del barrio a la que los nietos ya no visitan porque, queda claro, la vieja es puteadora) y versa: "a vos no te parió tu madre, a vos te cago tu padre" y que algunos se tomaron muy a pecho, por lo que quieren volver a un culo. En fin, cada uno hace de su culo una asamblea popular y cada quien es dueño de decir si en su asamblea la empanada se sirve con o sin pasas de uva, eh así, no le den vueltas.
Number chu (2): La hembra tiene más memoria histórica que el macho.
Siguiendo la piola racional que tendimos desde el number 1, podemos inferir que las mujeres, por continuidad, son todas unas torteras desfachatadas y algo de eso hay, pero no es tan así. Tiremos de esa piola, tensémosla, demos todo nuestro poder de discernimiento para traernos esa piola como en una cinchada filosófica, y se hará evidente que las mujeres también quieren volver al lugar de donde salieron, pero que son más quisquillosas en el maremágnum investigador de los orígenes. Esta quisquillosidad resulta en que, amén de haber salido de un tajo, previamente han de haber salido de un huevo, bola, testículo, panal de semen. Y por eso, carlitos, a las chicas les gusta la yarará tuerta. Porque tienen más memoria. A mi me parece que es así, pero debatamoslón si quieren. Si no quieren no. Por lo pronto, yo ya terminé, y eso es lo que cuenta, amigos.
Finitud. Hermosa, milagrosa finitud.
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