Hoy es lunes, marce. Y ayer fue domingo, huguito. Este escarmiento es una broma pesada de la vida que nos duele con estas ganas de hacer nada, con este deseo secreto de tener un accidente ferroviario para zafar de la parquedad oficinística, de las voces mustias y la energía de mierda hija de resacas mal atendidas. Si hay momentos para poner los puntos sobre las íes, hoy da para que te clave todas las diéresis. De antemano me disculpo por las susceptibilidades heridas y aclaro, por si hiciera falta: Me arrepiento de todo!
El niño sale de la escuela rumbo a la casa de Carlitos, un amiguito. Al llegar, los recibe la madre y les ofrece un chocolate. Así lo dice: "Chicos, quieren un chocolate?". El niño acepta, entusiasmado. - ¡Qué mamá liberal! - piensa. Golosinas a la tarde! La pucha, qué suerte tiene Carlitos!
Al rato la señora trae un vaso de nesquik para cada uno y se amanece el toletole. Es que si uno ofrece un chocolate debe traer un toblerone, un biznike, hasta un tokke podemos bajar la vara. El niño que espera un chocolate, ante un enorme vaso de leche que esconde un ínfimo chocolatín en polvo, es invadido por un impulso asesino de porcelanato, y bien justificado está. Que no se malentienda. Aguante el nescuí! Qué lindo mojar la vainilla! Pero una cosa por otra no! Se dice así: "Chicos, quieren un VASO DE LECHE CHOCOLATADA!?". Si acuña otra frase, madre argentina, le van a mear los malbones. Sepa, doña, que a la promesa de un chocolate y la realidad de un vaso de nescuí las separa un río de mala leche.
De 3, ligerito en el pique corto, comprometido en su despliegue. De 5, cortando y distribuyendo, brindando equilibrio. De 1, malogrando lo mejor de este jueguito (a veces de un modo brillante y espectacular). De 6, patroneando, poniendo el grito justo cuando es necesario. De 7, edificando la estirpe de saeta salvadora, medias a los tobillos, shoteando tres dedos. De 10, mágico, efervescente, líder. De 9, llevándose a la boca lo que cocinamos entre todos. Hay para elegir. Podés jugar de lo que quieras! Siendo el más perro del mundo, llevas la pelota y te dan la 10. Pero el bicho que elige la vigilancia existe desde que el mundo es mundo, y los insultos que cultivan no son para nada caprichosos. Llevan arraigado un proceso lógico impecable, indiscutible, lapidario! Es así, señora, señor. Todos los árbitros del mundo se llevan el pito a la boca.
Hace metáforas con empanadas o es un cromosoma de la cultura popular. Se hace el pija con las mujeres de los colegas o es un hombre de familia. Es el artífice o es el nieto con un buen laburito de marketing. Podemos discutir horas y horas del episodio interpol, el "exilio heróico", la época gitanilla, la bohemia en los hoteles recoletos. Y hagámoslo, fanáticos! Charlemos de lo que ustedes quieran y que el debate nos lleve por las tangentes más recónditas. Ahora, con lo irrefutable no hay otra que tragar, mi amor: El salmón es un pescado!
El referato es un quilombo, viejo!