somos un montón
y andamos juntos.
nos damos largos abrazos
con sonoros besos
y palmas en la espalda
al llegar y al partir.
batallamos joviales en el ajedrez de las palabras,
donde el mundo es el tablero,
lo mundano y lo elevado son las piezas,
y gana el que más risas
o más otorgamientos
o más de aquello que tanto nos gusta:
aquel calorcito que nunca terminamos de entender
aquel calorcito que nunca terminamos de entender
pero que igual abriga.
aguantamos lo que hay que aguantar
cuando molesta, aflojamos
cuando duele, paramos.
no nos rompan tanto las pelotas.
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