Tipo: 100 de queso y 100 de salame.
China: bueno...
El tipo se va a dar unas vueltas por las góndolas y vuelve al minuto a retirar su fiambre. Al ver que la leyenda en birome del paquete dice "19.00", exclama: DIECINUEVE PESOS!?
China: Sí, 19 peso.
Tipo: De qué 19 pesos? Cuánto sale el queso?
China: 6,80
Tipo: Y el salame!?
China: También, 6,80
Tipo: Y de dónde nos fuimos de 13 pesos a 19?
China: Porque lleva un poco más?
Tipo: Un poco más?
China: Sí, lleva un poco más... si quiere saco
Tipo: Quiero 100 de queso y 100 de salame
China: Bueno, bueno - dice la fiambrera, con ostensible enojo. Le da la espalda al tipo y reabre el paquete - si quiere menos, pone menos. Yo no sabía que vos...
Tipo: Que yo qué?
La china murmura para si, coloca el folio con queso sobre la balanza y bajo la atenta mirada del tipo retira dos, tres fetas. La balanza lee 100 gramos. La china dice "7 con 20". Repite la operación con el salame. La balanza lee 95 gramos. La china dice "7 con 20". Aquí, atención, la china voltea el salame sobre el queso, con el folio para arriba, dejando el embutido sobre el lácteo sin el folio que separa ambos elementos. Cierra el paquete, anota 14,40 y extiende el paquete hacia el tipo, sin mirarlo. El tipo se limita a poner cara de culo. La mano oriental queda en el aire, asiendo el paquete. Pasan los segundos. La china se digna a mirar al tipo y le dice "ahí tenés"
Tipo: 100 y 100 te pedí. Son 13 con 60.
China: ...
Tipo: Pusiste 100 de queso y 95 de salame y me estás cobrando ciento y pico de gramos de cada cosa.
China: 7 con 20
Tipo: 7 con 20 las pelotas! Hace un minuto salía 6 con 80.
China: Vos qué querés...?
Tipo: (interrumpe) Yo quiero que me vendas lo que te pido, como corresponde y me cobres lo que vale! Me estas tirando un bollo de fiambre y me estás cobrando lo que se te canta el ojete, chinarda, la puta madre que te parió!
China: No, no, yo vendo fiambre, usted paga fiambre.
Tipo: La balanza dice 100 de queso, que vale 6,80 y vos me lo cobrás 7,20 porque se te ocurre que me podés cagar 40 centavos. El salame ni llego a 100 gramos y también resulta que son 7 con 20.
La china achina más sus ojos, pega la vuelta, toma su birome.
Tipo: 13 pesos te pago por eso.
La china murmura y anota. Se da vuelta, entrega el paquete. El tipo pregunta "¿Qué dijiste?"
La china reafirma la entrega y dice, parcamente, "13 pesos".
El tipo le arrebata el paquete de la mano y se retira.
Al día siguiente, el tipo reingresa en el oriental establecimiento y encara el sector de embutidos. La china, secamente, le pregunta que quiere. El tipo pide, de un tirón, 500 de queso, 300 de salame, 200 de jamón, 200 de lomo y 100 de matambre. La china repite la orden en forma de pregunta. El tipo da el visto bueno con un sonoro "Sí, señora". La china agarra el queso y comienza la faena del medio kilo. Acto seguido, el tipo finge iniciar su clásico tour por las góndolas y pasa por los yogures, las galletitas, cruza al sector de sopas y fideos, pasa a la góndola de las gaseosas, escapando al campo visual de la china, que cortaba fiambre con ahínco, y, sin más, cruza la puerta, abandonando el establecimiento para nunca más volver.